Destacado

Corte Constitucional vuelve a atentar contra la vida

Corte Constitucional vuelve a atentar contra la vida

Esta última tutela con la que la Corte “ordena” al Ministerio de salud posee dos gravísimas circunstancias para la autonomía, la libertad y la dignidad del ser humano: la primera es que a través de esta sentencia de tutela (T290/14) la Corte establece, que contrario a la legislación mundial, el nivel de “indignidad” lo establece el paciente, y no una medición objetiva del dolor y el sufrimiento que generan las enfermedades terminales y algunas crónicas, esto deja la puerta abierta para que cualquiera solicite la eutanasia. Lo grave es que tanto el médico como la institución de salud, están en la obligación de aplicar la eutanasia tal como sucede con el aborto. La segunda circunstancia que atenta gravemente contra la libertad y la vida de la persona humana es que la familia puede sustituir el consentimiento. Es decir, la familia decide subjetivamente, cuando la persona “necesitaría” la eutanasia.

De esta manera, sumado a la legislación actual del aborto, Colombia entra a las filas de legislación liberal en contra de la persona humana. En Holanda, donde la eutanasia lleva legalizada un poco más de 10 años, existe preocupación porque son muchos los pacientes “eutanizados” que no cumplen los “estrictos” criterios con el que se despenalizó esta práctica. Desde hace un lustro aumenta el porcentaje de adultos mayores sin enfermedad crónica que solicitan la eutanasia. Así mismo, los pacientes psiquiátricos ocupan hoy el 4% de los pacientes que mueren con la eutanasia y los recién nacidos también entran en este nuevo grupo que se someten a la eutanasia.

La eutanasia tiene un grave mensaje para la sociedad, la vida de una persona vale sólo en la medida en que ésta sea útil o que no sea un peso para los demás, dejando el valor y la dignidad de la vida humana a merced de una visión utilitarista de la persona humana. La práctica de la eutanasia impide el desarrollo de los cuidados paliativos, la respuesta al conjunto de diferentes dolores que sufre una persona que está próxima a morir o cuya vida debido a la enfermedad se ha tornado difícil. La muerte es parte de la vida, y es un paso que todos debemos dar de la mejor manera posible. Como decía Dame Cecily Saunders fundadora del movimiento de los hospicios en el mundo: “hay gente que prefiere morir de un infarto en una cancha de fútbol, yo quisiera tener el tiempo para pedir perdón, dar gracias y decir adiós”.

DANELIA CARDONA LOZADA MD MRCPsych
MEDICO PSIQUIATRA – ESPECIALISTA EN BIOETICA