Destacado

Patriarca de Lisboa defiende acompañar la vida desde la concepción hasta la muerte natural

Patriarca de Lisboa defiende acompañar la vida desde la concepción hasta la muerte natural
Redacción ACI Prensa

En su mensaje para la Cuaresma de este año, el Patriarca de Lisboa, Cardenal Manuel Clemente, destaco la importancia de “acompañar a cada ser humano en todo el arco de la existencia terrena, desde la concepción hasta la muerte natural”.

“El propósito esencial solo puede ser éste: ser decididamente parte del Dios de la vida, que nos conducirá a una convivencia plena, de presencia o de espíritu”, expresó, indicando también la necesidad de “mirar a cada persona con los ojos de Dios, positivo y benévolo, creador y recreador”.

“Iniciemos una Cuaresma verdaderamente liberadora de cuanto nos impide vivir y convivir con Dios y con los demás”, invitó al Patriarca.

El Cardenal exhortó a acompañar a cada persona, en una actitud envolvente y paliativa, en especial cuando más frágil de cuerpo o de espíritu se encuentre.

“Desde la concepción a la muerte natural, como repetimos, y bien, sin olvidar todo lo que transcurre entretanto en la vida de cada uno”, subrayó.

Para el Patriarca de Lisboa, “cuando no vivimos de Dios y no damos la bienvenida a la realidad del otro como tal, no acogemos nuestra verdad relacional y hacemos de la vida un desastre”.

En su mensaje, el Cardenal hizo un llamado a una “fortísima Cuaresma de sentimientos y miradas” y advirtió sobre la “distorsión mediática del mundo”.

“Creo -expresó- que mucha de la distorsión mediática del mundo, de la que después nos quejamos, proviene de la distorsión con que miramos y sentimos a partir de nosotros y solo de nosotros. En gran parte, los medios de comunicación inducen tanto como reflejan nuestro propio corazón”.

Al final del mensaje, el Purpurado dijo que “hay un círculo de oferta y búsqueda en el mundo mediático, de inducción mutua entre deseo y oferta. Nos dan lo que buscamos y así lo sostenemos”.

“Una mirada benévola acabaría por atraer benevolencia, así como Dios persiste en mirarnos y convertirnos”, concluyó.